28 diciembre, 2013

"Se puede mentir y negar, pero la verdad finalmente triunfa". Osvaldo Bayer

"La verdad siempre triunfa finalmente. Se puede mentir y negar pero finalmente aparece la verdad... Qué hermosa noticia", afirmó el escritor e historiador argentino desde Alemania, al dialogar con radio Nacional de Rosario y conocer la noticia del hallazgo de 1.500 biblioratos con las actas de las juntas militares entre 1976 y 1983, encontradas en un subsuelo del edificio Cóndor.
Bayer recordó que tuvo que exiliarse en octubre de 1975 tras haber sido amenazado de muerte por la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), fuerza parapolicial comandada por José López Rega y que operó en la Argentina durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón.

"Me tuve que ir por el libro que luego fue película `La Patagonia Rebelde`, a pesar de que probé con documentación todo lo que escribí", aseguró Bayer al admitir que "me equivoqué al volver en enero de 1976, meses antes del golpe, y me tuve que volver a ir sacado por la embajada alemana como refugiado político".
Bayer recordó también que la película -que narra la lucha de los trabajadores rurales patagónicos en la década de 1920-, "estuvo en los cines tres meses hasta que murió Juan Domingo Perón y me costó ocho años de exilio".

Ayer, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, detalló que en las actas secretas de las juntas militares se encontraron listas con nombres de artistas clasificados en cuatro niveles, según su "peligrosidad".

14 diciembre, 2013

Poesías, vindicadores y ajos. Osvaldo Bayer

Los tira y afloja del presente pasarán sin pena ni gloria como en el pasado. Pero donde hubo ética y responsabilidad humana, eso queda a través del tiempo. Me han tocado unos días de comprobación y de alegría al ver que los principios siguen vigentes a pesar de desapariciones, picanas, fabulaciones mediáticas, Ratzingers, Vargas Llosas y Grondonas (los dos). Etc. Etc. Por los siglos de los siglos, pero no tanto. Sí, estos últimas días asistí a hechos que tal vez nunca me los hubiera imaginado diez años antes. Por ejemplo, en Mendoza inauguramos en la Radio Libertador el salón de conferencias con el nombre de Paco Urondo, el poeta, el luchador, que prefirió la muerte antes de que lo "desaparecieran". Un luchador, que si se hubiera portado bien, habría tenido los privilegios de un intelectual borgeano o sabatino. Pero no, él no habría vivido tranquilo en una sociedad con niños bajo el nivel de nutrición, juventud sin trabajo y familias sin techo o revolviendo basura. De Mendoza fui a Luján, donde hablé en el salón Dardo Dorronsoro, el poeta y herrero –¡qué dos oficios!– desaparecido en los años del oprobio argentino. Dardo Dorronsoro, el que escribió: "Yo he visto chicos grises como la tierra comiendo tierra. Yo los he visto ahí, con sus andrajos y su mugre, reptando, y los he tocado, acariciado su piel y convertido en ángeles, en mariposas, en viento de setiembre". Y que se definió así poco antes de ser "desaparecido" por los militares argentinos: "Soy un poeta que ama a los que no tienen amor ni pan, a los que se van sin haber llegado, a los que a veces sonríen, a los que a veces sueñan, a los que a veces les crece un fusil en las manos y salen a morir por la vida. En suma: he sido, soy y seré un poeta revolucionario. Sobre mi tumba verán florecer un puño".




06 diciembre, 2013

02 diciembre, 2013

El asesinato de las hermanas Mirabal: origen de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género

El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico accidente por Trujillo, el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas, contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del caudillo.

En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha elDía Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.



Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal.

Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por las condecoraciones.

El mismo hombre, protagonista de uno de los más acusados cultos a la personalidad del siglo XX, que arrebató casi toda la fortuna a su familia cuando llegó al poder. Convencidas «Las Mariposas» –así era conocidas entre sus compañeros de lucha– de que Trujillo llevaría al país a un auténtico caos, decidieron formar el grupo de oposición «Agrupación Política 14 de Junio».
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron encarceladas y torturadas en no pocas ocasiones, a pesar de los cual decidieron continuar luchando con el único objetivo de acabar con la dictadura.

Cuando «El Chivo» comprobó que la cárcel no era suficiente para detener aquella actividad clandestina, a la que cada día se iban uniendo más adeptos, decidió acabar con ellas. Eran los últimos años de la década de los 50, en los que se estaba despertando una fuerte inquietud social en toda América Latina, con la caída de varios dictadores y el triunfo de Fidel Castro.
Las hermanas Mirabal habían comentado a sus maridos, en una visita a la cárcel donde se encontraban recluidos, los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un «accidente», como se denominaba entonces a la manera que utilizaba el régimen de ordenar la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.

Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con los viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las carreteras, pero ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya había sido dada.

Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar detuvieron el jeep en el que regresaban de la prisión, las introdujeron a empujones en un coche y las llevaron a un lugar previamente escogido, cerca de La Cumbre.

Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes y colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el precipicio.

Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más tarde: «Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas […] Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos».

Publicado en www.abc.es

22 noviembre, 2013

Nuevos triunfos de la ética. Osvaldo Bayer

 
   Sí, ya lo hemos repetido muchas veces aquello de “puede pasar mucho tiempo, pero al final la ética siempre triunfa”. Pasaron 39 años desde que el gobierno de Isabel Perón-López Rega prohibió mi libro La Patagonia rebelde y el film del mismo nombre. Y 37 años de que, durante la dictadura de la desaparición de seres humanos y de libros, el teniente coronel Gorleri –hoy general de la Nación– quemara mis libros de La Patagonia rebelde. Lo hizo por “Dios, Patria y Hogar” según el comunicado firmado por él (lema igual que el del dictador español Francisco Franco, que cometía sus crímenes por “Dios, Patria y Familia”).
Pues bien, se ha producido finalmente el triunfo de la verdad histórica: la Legislatura de la provincia de Santa Cruz aprobó el proyecto de que esos cuatro tomos de La Patagonia rebelde sean material de estudio en los colegios secundarios, y el gobernador lo refrendó convirtiéndolo en la Ley 3322, dándole “plena vigencia”, y se implemente “a través del Consejo Provincial de Educación en lectura obligatoria” para “promover el análisis y la discusión posterior”.
De quemados a leídos. Un triunfo final de la verdad histórica. En todos estos años pasados desde su publicación, ningún historiador militar ni ningún historiador del partido de la UCR –ya que la masacre se hizo durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen– pudieron demostrar lo contrario de lo que en esos cuatro tomos de La Patagonia rebelde se denuncia sobre la cruel e irracional represión contra los peones de la tierra patagónica por el Ejército nacional. Por fin, pues, ha triunfado la verdad.

02 noviembre, 2013

En democracia, la autocrítica significa dar un paso adelante. Osvaldo Bayer

La tapa de Osvaldo Bayer íntimo. Conversaciones con el eterno libertario, el libro de Julio Ferrer (Ed. Continente) que ambos presentaron en la Feria muestra a un joven Bayer saliendo de Alemania, con el fondo de una casa agujereada por las balas de la Segunda guerra. El está parado, posando, valija en mano. Es su regreso del exilio, el viaje de vuelta a su Argentina. Es el principio de otra historia, para él y para la Argentina.

“Estoy muy agradecido y feliz. De ser perseguido por mis libros, de tal manera que tuve que irme, ahora llega este reconocimiento”, dice Bayer. Se refiere al libro de Ferrer, claro, una gran entrevista que vuelve al texto casi una autobiografía autorizada, y también a una serie de cuatro capítulos titulados Mundo Bayer, que se ve los viernes en el canal Encuentro. Pero hace una pausa Bayer, y dice que también siente pena. “Por Rodolfo Walsh, Paco Urondo y Haroldo Conti, que como otros, no puedan disfrutar de los homenajes que también les hacen a ellos”.

30 octubre, 2013

Hace 30 años: terminaba la dictadura y el peronismo perdía por primera vez

Proceso de Reorganización Nacional, como ambiciosamente se había autodenominado la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976. Desde ese momento, empezaron los reacomodamientos de cara a las urnas. Las fuerzas políticas y sindicales que ya habían comenzado a salir del letargo antes de Malvinas se lanzaron decididamente a la calle, con un reclamo de libertad y justicia.
     La derrota de Malvinas, en junio de 1982, marcó el comienzo del fin del
Desde el año anterior, se había iniciado la movilización política y sindical ante el evidente desgaste del gobierno militar y su fracaso económico. De hecho, la operación Malvinas nació del intento de la cúpula del Proceso de buscar una salida al empantanamiento, recuperar consenso y hasta conquistar la gloria.

A mediados de 1981 se había conformado la Junta Multipartidaria, por iniciativa del líder radical, Ricardo Balbín, y con la finalidad de negociar con el general Roberto Viola, que ocupaba entonces la presidencia desde la cual había llamado a un "diálogo", obviamente condicionado por las armas.

Poco después, desgastado, Viola fue remplazado por el general Leopoldo Galtieri.

Los sectores sindicales más combativos, reunidos en la CGT Brasil (la central sindical estaba dividida ente este sector y el dialoguista, o CGT Azopardo) convocan a una marcha el 30 de marzo de 1982 a plaza de Mayo. En la represión, hay un muerto y cientos de detenidos. La situación política y social es muy tensa, pero, 48 horas después, el 2 de abril, los militares desembarcan en Malvinas.

La tregua con la sociedad durará hasta la rendición, el 14 de junio. Galtieri renuncia y asume el general Reynaldo Bignone, que anuncia el levantamiento de la veda política e intenta negociar con la Multipartidaria. Pero ya no había freno posible para las demandas de apertura. 


La hora de las urnas
Balbín había fallecido en septiembre de 1981. Era la hora de Raúl Alfonsín, líder del Movimiento de Renovación y Cambio, corriente interna del radicalismo, con la cual se impone primero como presidente del partido y más tarde como candidato a presidente. 

27 octubre, 2013

La placita de mi barrio. Osvaldo Bayer

Mi familia llegó a la Capital en el año 1934, cuando yo tenía siete años. Fuimos a vivir al barrio de Belgrano. Allí, a una cuadra de nuestra casa, estaba la placita que hoy se llama Alberti, en la calle Arcos y Roosevelt (calle que antes tenía el bello nombre de Guanacache). Esa placita –de una manzana– era nuestro lugar de juegos. Era muy bella, con un césped bien verde y muchos árboles y flores. Había rosas, margaritas, jazmines y cien flores más. Parecían cuadros pintados. Sí, había un llamado placero que cuidaba que no pisáramos ni el césped ni las flores, ni que tampoco arrancáramos esos bellos productos de la primavera y el verano. Nosotros jugábamos en los caminos a la mancha, a la cupa, corríamos carreras, a la bolita, a llevarnos a cocochito y a otros cien juegos más de aquella época, con los cuales no pisábamos el césped ni los jardines. El placero nos sonreía pero nos retaba si alguno no cumplía con la orden no escrita de no pisar los canteros.
Hoy, la enorme tristeza. Para los niños y para los adultos que alguna vez fueron niños y recuerdan aquel colorido paisaje de nuestra plaza. La querida placita de mi barrio es nada más que un baldío sin flores ni césped. Es pura tierra hecha polvo. Ya no existe la profesión de placero.
Y aquí viene la pregunta: ¿por qué el señor Macri, supremo hacedor de esta capital cada vez más triste y sucia, amontonada y ruidosa, con cada vez menos niños y cada vez más ruidos, no hace cuidar para nada nuestras plazas pero sí les pone rejas?
He vivido en muchas ciudades del mundo y jamás he visto algo así. ¿Es un producto de la irracionalidad o de la deshonestidad? No cabe otra disyuntiva. ¿Por qué, por ejemplo, no hay más placeros en nuestras plazas? Aquellos hombres pacientes que recorrían los espacios verdes para cuidar que nadie le hiciera daño. Por razones económicas, me responden. ¿Por qué se ponen rejas a los paseos públicos? Para que de noche no vengan los vagos y malentretenidos a dormir en sus bancos, me responden. Una respuesta más irracional que la otra, más mezquina que la otra, más inhumana que la otra.

11 octubre, 2013

Alice Munro, el arte de una voz marcada por la discreción

Es una notable cuentista canadiense, que encontró a sus lectores globales hace poco. Se destaca su maestría en el realismo y su destreza en el relato. Es la decimotercera mujer que gana el Premio.
 
Debió parpadear rápido, incrédula ante la noticia con que su hija la despertó a las 4 de la madrugada. Alice Munro no se encontraba en su casa cuando la llamó la Academia sueca con el anuncio pero hizo sus declaraciones temprano por la radio estatal de Canadá. “Parece imposible”, dijo. “Tan espléndido que no tengo palabras. Espero que esto haga por que la gente tome el cuento como un arte importante, no un pasatiempo hasta tanto llegue la novela”.
El Nobel distinguió a una creadora indudable (Secretos a voces, Escapada, Demasiada felicidad, Mi vida querida, entre once libros de cuentos traducidos al castellano, más La vida de las mujeres, novela, y las bellas memorias de La vista desde Castle Rock), a quien consideró “experta en el cuento contemporáneo”. Es un premio de consenso para quien tiene decenas de miles de lectores en Norteamérica pero cuya trascendencia internacional logró hace pocos años -y un fallo que deja en improbable espera a novelistas como Don DeLillo y Philip Roth.
Nacida en 1931, Alice Munro creció en medio de la nada en el estado de Ontario (en el país más grande del globo y uno de los más deshabitados), en el criadero familiar de zorros y visones, en tiempos de penuria económica y abrigos de piel. Aún vive en Clinton, un pueblo de 3.000 habitantes no muy lejos de donde nació, en el sudeste del estado. Pero aunque ese ha sido el principal escenario de sus relatos, su voz no cultivó la marca regional. Uno de los pocos reportajes concedidos en su vida, a la revista The Paris Review, consigna que la librería más cercana le queda a unos 48 kilómetros -en Stratford-, y que sigue usando una máquina manual de carretel.
Munro ha sido comparada con Anton Chejov por su penetración psicológica y su maestría en el realismo. La mayoría de sus personajes atraviesa momentos de cambio o inestabilidad y despliega eso que podríamos llamar el enigma del prójimo. Transcurren en comunidades suburbanas o rurales, aún más despojadas debido a la parquedad de sus vecinos. Pese al realismo, su estilo suele tomarse libertades en los tiempos de la narración; pasado y presente, con los pasajes del recuerdo, a menudo se encabalgan. Ella misma dijo alguna vez que sus historias podrían ser las que se oyen en una cocina mientras las mujeres cocinan para muchos invitados.
Al comentar Castle Rock, la británica Hilary Mantel la elogiaba por haber expandido el género de memorias “más allá de los confines de una vida”. Es allí, observa Man tel, se aprecia todo el arco de su estilo, con sus “formas narrativas difusas, que proceden como un oleaje, las delicadas ondas de alusiones, la implicancia, la perdurable resaca de los intercambios humanos”. Y es cierto que quizá su mayor destreza resida en la alusión, en el dominio de un arte discreto.
Al conocer la noticia, la compatriota Margaret Atwood escribió en el diario The Guardian: “Ella es la quintaesencia de lo canadiense. Ante el Nobel, actuará con modestia, no se hinchará de orgullo. El resto de nosotros, en esta magnífica ocasión, nos hincharemos por ella”. Aunque es la primera canadiense premiada con el Nobel, Munro es próxima a una tradición literaria -la Norteamérica anglosajona- riquísima en autoras de ficción -Edith Wharton, Willa Cather y Katherine Ann Porter, todas ellas premio Pulitzer, la magistral Flannery O’Connor, las contemporáneas Mary McCarthy, Joyce Carol Oates y Joan Didion. Pero todas ellas son estadounidenses. A diferencia de estas, no indaga tanto en la subjetividad como en la relación de un individuo con su marco, la familia, la comunidad, la ley en sus diversas sujeciones. Y al cabo, el enigma de los semejantes puede quedar oculto para ceder el plano a la sustancia del amor y el resabio de los odios, a lo callado que se dice tardíamente.
La figura literaria de Munro parece el reverso de la última escritora que ganó el Nobel, la austríaca Elfriede Jelinek, una novelista de ruptura que interpela con violencia al lector. En contraste, Munro parece haber sido feliz, una mujer identificada y agradecida con el destino -aunque ella no use esta noción, con su linaje homérico, y prefiera referirse a los imponderables de la vida. Cuando le preguntaron por el título Mi vida querida, uno de sus últimos libros, replicó: “Escuché esa frase de niña y tenía toda clase de sentidos. ‘¡Ay, mi vida querida!’ podía significar que uno se sentía abrumado por las exigencias que debía afrontar. Uno siempre escucha que la gente se cuenta historias para ilustrar, supongo, lo extraña que es la vida.” La sencillez es artificio, por lo tanto; enmascara su densidad.
En el artículo subido ayer en The Guardian, Atwood recordaba que el camino de la autora al Nobel “no fue fácil”. Al comienzo Munro fue menospreciada como “una ama de casa” y por “demasiado doméstica”. Leída hoy, no es ajena a la eficacia de su prosa la astucia comedida con que mira lo cotidiano.
Ha recibido antes varios premios, como el Man Booker Internacional, el PEN/Malamud, a la excelencia en ficción breve, y el premio nacional del Círculo de Críticos Literarios. Munro es su primer apellido de casada; hoy vive con su segundo esposo, Gerry Fremlin.

Fuente: clarin.ar

23 septiembre, 2013

La Livertá. Osvaldo Bayer

Hemos esperado unos días. Para que sirviera como reflexión y no como crónica de un suceso. La semana de la memoria he estado en la Patagonia. En Santa Cruz. Tierra para recorrer, admirar, pensar. Nunca lo hubiera imaginado cuando hace cuarenta años inicié la investigación de aquel crimen horrible e inexplicable de los fusilamientos de peones rurales de 1921. Esta Semana de la Memoria, Santa Cruz se la dedicó a ellos. Por supuesto fueron punto de partida para memorizar todo lo que se cometió en estas tierras increíblemente bellas y creadas para la meditación. Me sorprendió. Estuvo todo el pueblo en los actos. Se recordaron las huelgas rurales en todos sus detalles. Es la historia carnal. Inexplicable. No hay explicación. Fusilados por huelguistas.

En Gobernador Gregores –ciudad a la que yo llamo Cañadón Font, porque antes se llamaba Cañadón León, pero el verdadero protagonista de esa región fue el gaucho José Font, “Facón Grande”, héroe de esa huelga justa y noble; por eso “Cañadón Font” y no Gregores, nombre impuesto desde Buenos Aires–, ahí, prosigo, hubo un desfile en el cual participó todo el pueblo. No voy a dar nombres, porque tendría que citar también, entonces, a cada una de esas personas que pusieron el rostro: pueblo, y también presentes desde el gobernador hasta el último funcionario.


Allí se oyó vibrar la palabra cuando se recordó a los mártires del trabajo caídos por las balas del 10º de Caballería. Entre ellos, Facón Grande, el entrerriano, que sin ser peón salió al frente de las peonadas porque comprendió que era justo defender a los trabajadores de la tierra contra la explotación del latifundismo creado por Roca.

Pero todo comenzó en Río Gallegos con actos en la universidad y en la Dirección de Cultura. Y de allí salir a recorrer esas distancias infinitas y volver a vivir la emoción del recuerdo. Se marcó el circuito histórico-cultural. Sí, un turismo cultural que ayuda a saber y comprender la historia de los pueblos.

14 septiembre, 2013

Hace 90 años. Osvaldo Bayer

A noventa años de los fusilamientos de peones rurales en la Patagonia. Muerte injusta en el paraíso. Allí, cerca de uno de los paisajes más hermosos del mundo, esos pobres trabajadores de la tierra que pedían tan poco fueron asesinados por el Ejército Argentino, por orden del teniente coronel Héctor Benigno Varela, jefe del 10 de Caballería, por el bando de pena de muerte otorgado por el presidente Hipólito Yrigoyen, en 1921.

Estamos frente a la tumba masiva en la estancia La Anita, en Santa Cruz. A doscientos metros de ella, la construcción muy humilde que los recuerda. Allí realizamos el acto, como todos los años en esta fecha. El 8 de diciembre. Hubo música de guitarra gaucha, la voz de un cantor del pueblo y las voces emocionadas de varios oradores. Expresamos nuestro dolor ante un crimen oficial tan injusto, cruel y siempre impune. Jamás sus autores fueron juzgados. El fusilador teniente coronel Varela, sí, fue muerto por la ira del pueblo, en manos del anarquista alemán Kurt Gustav Wilckens, que hizo volar por el aire al orgulloso militar argentino.



Pero el gran responsable de los crímenes oficiales cometidos contra los trabajadores del campo fue el presidente Yrigoyen, ya que le dio al militar Varela el bando de la pena de muerte “por subversión”. Señor presidente: una huelga no es subversión. Subversión fue aquella traición a la democracia que hizo años después en la década del treinta el general Uriburu quien lo derrocó a usted. Y no la justa huelga, el grito de nobleza rebelde de cientos de peones patagónicos que querían vivir con un poco más de dignidad y no como verdaderos esclavos de los dueños de todo en aquellas latitudes sureñas. En el acto del jueves pasado recordamos en toda la verdad, tan cerca del Lago Argentino, la memorable sesión de la Cámara de Diputados en el Congreso de la Nación, poco después del crimen de los fusilamientos, cuando la oposición pidió aclarar el porqué de los crímenes que acababa de cometer el Ejército y la responsabilidad del presidente Yrigoyen en ese crimen cometido por el partido radical gobernante. Pero en ese debate el único camino que el radicalismo vio para negar la verdadera justicia fue votar en contra de todo proyecto de investigación sobre los fusilamientos de peones. E Yrigoyen tuvo una actitud poco democrática, no aceptó enfrentar a la oposición en el Congreso de la Nación ni responder a las preguntas del porqué la pena de muerte en las pampas argentinas contra los más débiles. Siempre, Yrigoyen se negó a tratar de explicar el deleznable y cobarde crimen oficial.


El público presente en el acto del jueves pasado frente a la estancia La Anita, bajo un cielo absolutamente celeste, fue casi todo joven, y esa juventud gritó tres veces la palabra “Justicia”. Sí, allí en esa tumba masiva de los asesinados por el fusil del ejército argentino están enterrados trabajadores de todas la provincias argentinas y chilenos venidos de la isla Chiloé, por eso llamados “chilotes”. Y también anarquistas españoles, rusos y alemanes que enseñaban la teoría del socialismo en libertad.

En nuestras palabras, dichas con la enorme tristeza de que nunca oficialmente los argentinos hemos reconocido el crimen, recordé aquella sesión de diputados de enero de 1922, donde el representante socialista De Tomaso comenzó diciendo con voz emocionada: “Señores diputados, ha ocurrido en el territorio de Santa Cruz una tragedia horrible. Se ha hecho una pesada atmósfera de silencio en primer lugar por la prensa grande. Nosotros, que tenemos informes precisos de lo que allí ha ocurrido, nos haríamos cómplices voluntarios de ese silencio si no denunciáramos esos hechos y no pidiéramos la investigación que exige el decoro del país. No hagamos un juego de ocultaciones ni de disimulos. Lo que pasa es que en este caso, las víctimas son pobres diablos, como se dice en el lenguaje de los ricos, son peones, son carreros, son ovejeros. Aseguro a la Cámara que muchos de los cadáveres todavía están insepultos en el campo donde se produjeron los fusilamientos. Todavía llegaría a tiempo la comisión para ver los restos de algunos cadáveres que fueron quemados con nafta derramada sobre ellos por las tropas del ejército”.

Pero los radicales votarán en contra de toda comisión investigadora. Y se acabó. Los muertos, muertos están. Fusilados sin juicio previo. El teniente coronel Varela había sido el juez supremo. La democracia había recibido una puñalada por la espalda. Se había cometido el mayor crimen contra los trabajadores de la tierra de nuestra historia. Pero las pruebas quedaron. Ahí están las tumbas masivas en todo el territorio santacruceño. Todas están ya marcadas. El pueblo les lleva flores. Se los acaba de recordar. En cambio, para los fusiladores no hay ningún homenaje. Los estancieros, los beneficiados, miran hacia otro lado, para ellos la historia no existe.

04 septiembre, 2013

Entrevista a Osvaldo Bayer: “Todavía no hay una verdadera democracia. Por eso hay que seguir empujando”


El historiador repasa el trasfondo de la actual desigualdad en la distribución de tierras: el expolio sufrido por los pueblos originarios por parte de los grandes terratenientes argentinos.

En 1963, Osvaldo Bayer sugirió en una charla en Rauch (Buenos Aires) la realización de un plebiscito para cambiar el nombre del pueblo por el de Arbolito. La propuesta no hubiera despertado tanta controversia si el nombre original no hiciera referencia a uno de los generales que dirigió la primera gran campaña contra los pueblos originarios; y el de Arbolito, al indio ranquel que terminó con su vida. La propuesta tampoco hubiera sido tan polémica si el entonces ministro del Interior no se llamara Juan Enrique Rauch, el bisnieto de aquel militar, quien mandó encarcelar a Bayer en una prisión de mujeres en cuanto volvió a la capital. Este episodio, entre tantos otros, habla del compromiso de Osvaldo Bayer con la memoria de los pueblos originarios, así como con el movimiento obrero argentino, al que dedicó libros como Los Vengadores de la Patagonia Trágica, investigación en que se basó La Patagonia Rebelde (1973). En esta película, Héctor Alterio y Federico Luppi compartieron cartel con un joven militante peronista que realizó un discreto papel de extra: Néstor Kirchner.

DIAGONAL: ¿Cuál es el origen de la distribución de la tierra?

OSVALDO BAYER: La distribución de la tierra se originó con las llamadas “campañas del desierto” sobre la tierra donde vivían los pueblos originarios. La mayor de esas masacres fue llevada a cabo por el general Julio A. Roca en 1879. La Sociedad Rural, creada por los estancieros de la provincia de Buenos Aires en 1866, cofinanció la campaña. El Ejército argentino marchó sobre los pueblos originarios y perpetró un verdadero genocidio. Roca reestableció la esclavitud en Argentina –eliminada en 1813–. En los diarios argentinos se podía leer: “Hoy reparto de indios. A toda familia que requiera se le entregará un varón como peón, una china como sirvienta o un chinito como mandadero”. También se repartieron 42 millones de hectáreas a 1.800 estancieros integrantes de la Sociedad Rural. Al presidente de la Sociedad Rural, el señor José María Martínez de Hoz, se le entregaron 2.500.000 ha. Los Martínez de Hoz eran una familia de españoles que habían llegado al Virreinato del Río de la Plata cuando era de dominio español como traficantes de esclavos. Luego se convirtieron en una familia de terratenientes y hoy todavía dominan la escena. Tanto es así que el ministro de Economía más famoso de la última dictadura militar era bisnieto de aquel traficante de esclavos.

D.: ¿Cuáles fueron las justificaciones para la “conquista del desierto”?

02 agosto, 2013

Fantasías de la realidad. Osvaldo Bayer

    Otra vez vamos a hablar de la increíble fantasía de la realidad. Todo es posible. Pero esto que va a ocurrir en pocos días en Berlín nadie, pero nadie, lo hubiera dado por cierto. Una calle de Berlín se va a llamar Rudi Dutschke, sí, el nombre del dirigente estudiantil del ’68, de la revolución estudiantil del ’68, que cambió el espíritu de la juventud del mundo. Después de ese movimiento todo fue distinto. La juventud ya fue distinta. En Alemania hasta la política fue distinta. Se inició un movimiento antiviolencia, antiautoritario; la palabra Libertad adquirió una importancia inusitada. Los valores del anarquismo pasaron a ser fundamentales aun en los de formación marxista.
Sin ninguna duda el gran dirigente y pensador de ese movimiento que conmovió a la civilización europea fue ese joven estudiante llamado Rudi Dutschke, el revolucionario sin armas bélicas. Enemigo a fondo de la violencia, pero no siempre.
Un dibujo de la época muestra a los dos revolucionarios de más atracción en el mundo de los jóvenes: el Che Guevara como Jesucristo con una ametralladora, y al lado, sonriéndose los dos, el estudiante alemán Rudi Dutschke, como Jesucristo, pero sin armas.
En sus inigualables disertaciones censuraba al capitalismo como la estructura fundamental del mal y defendía al socialismo en libertad. Defendía a la asamblea como organización fundamental de la revolución y a la calle como medio de llegar al poder. A la violencia había que enfrentarla, pero no con la violencia; en la calle había que enfrentar a la policía pero sin armas. En las manifestaciones siempre estaba en primera fila y no retrocedía ante el palo cobarde de los policías de siempre.

16 julio, 2013

Un periodista con rostro y alma. Osvaldo Bayer

 
  Cuando se comete una injusticia en forma solapada y con sorna en plena democracia uno siente haber entrado en una región vacía y plena de hipocresías. Lo que está ocurriendo con el periodista Herman Schiller ya entra en la región de las máximas hipocresías. Se hace sentir el poder omnímodo en una mezcla de sonriente desparpajo y del que da puntapiés sin mostrar la cara.
Un periodista de ley, Herman Schiller. Lo conocemos todos, desde hace años tenía una audición más que excelente, de periodismo abierto, franco, honesto y de un coraje a toda prueba. En Radio Ciudad. La radio de la ciudad de Buenos Aires. Se había convertido en la voz de los sin voz. Allí iban todos los sábados voceros de villas de extrema pobreza, representativos de barrios más que humildes, madres representantes de mujeres que enfrentan la vida en soledad, gente de mano abierta que se preocupa por los niños con hambre y sed de amor y de alegrías, periodistas preocupados por lograr más equilibrio en la dignidad de la ciudad. Sí, toda esa gente. Todos los que siempre han ayudado a vivir contra lo injusto y lo perverso del sistema. Los honestos representantes de los olvidados en una sociedad tumultuosa e incoherente. Herman Schiller les daba cabida a todos ellos en su audición Leña al fuego. Desde hace trece años. Y de pronto le cerraron la puerta. Macri y los suyos le pusieron llave al cerrojo y empezaron a hacerse los sordos, a mirar sonrientes para el cielo mientras la sequía mata a las flores.
Estamos en una ciudad increíble. Nuestra Capital de los argentinos. Sí. Señoras y señores, argentinos y argentinas: en marzo de este año, la Legislatura de Buenos Aires por unanimidad de sus sesenta diputados aprobó la declaración 20/2012 valorando de “interés cultural de la Ciudad” al programa radial de Schiller. Y el 12 de abril legisladores metropolitanos le hicieron notar “con suma preocupación” al director de esa radio, Baltasar Jaramillo, y a Carlos Ares, director de Proyectos Especiales del Sistema de Medios Públicos, que no habían respondido al acta de los representantes del pueblo que pedían la continuidad “del programa de mayor audiencia de la radio”. Hasta ahora no hubo respuesta y parece que Macri tampoco se enteró de nada. O se hizo. El silencio contra los profundos argumentos. ¿Eso es democracia? Un político inteligente dejaría el programa y lo escucharía para conocer los argumentos de los que él considera sus enemigos. Que no lo son, sino ciudadanos con los mismos derechos que tienen los dueños de los countries esos que ni siquiera escuchan ningún programa de la radio de la Ciudad. Siempre, para un gobernante es mejor escuchar las voces de críticos serios que las alabanzas de los aduladores. Mauricio Macri no le renovó el contrato a Schiller. Así de simple. Idioma argentino. Si al rey no le gusta, jodete. Jódase el oyente porteño y pase a escuchar al Chiche Gelblung en radio Mitre. Ahí te dicen boludo, pelotudo, calentona y no te vienen a hablar de que los niños de villa Curzito no tienen leche.

08 julio, 2013

Un día occidental y cristiano. Osvaldo Bayer

Camino por las orillas del Rin en este invierno alemán lleno de flores. Sí, en mi exilio, en enero, estas caminatas las hacía pisando nieves que quedaban dos o tres meses sobre la tierra. Ahora la temperatura de este invierno es de 15 grados y han empezado a florecer los cercos en enero. Impensable. Dios debe estar practicando ciertas inhalaciones con la nariz para tener esta imaginación actual. O a lo mejor le gusta recibir los gases que producen los terráqueos. Voy pensando en la nueva discusión que se ha iniciado en Alemania, si reinstalar o no las centrales atómicas, cuando en la calle un sacerdote católico me entrega un sobre. Lo abro. Adentro hay una cruz con cadenita para el cuello. Todo muy bien trabajado. La cruz es verde, tal vez por la esperanza. Me siento en uno de los bancos que miran al Rin. Me sorprendo al leer la carta. Es de la Obra San José de Ayuda a los Indios de Estados Unidos. Indios, sí, está la palabra Indianer, en alemán. Esto sí que nunca me lo había imaginado. ¿Cómo? ¿Ayudar a los indios norteamericanos? El documento dice textualmente: "Nosotros nos dedicamos a ayudar a los pobres niños dolientes de los indios Lakota, en la región de Dakota del Sur, en el centro de Estados Unidos. Le pedimos a usted su ayuda". Y explica: "Lakota, el nombre de ese pueblo originario, significa en su idioma ‘Amigo y aliado’. Esta Obra de la Iglesia Católica se ha creado para ayudar a los indios Lakota-Sioux, donde niños pobres y hambrientos reciben de la Obra San José una posibilidad de poder seguir viviendo gracias a la Escuela San José para Indios donde se les da educación y formación". Y agrega: "Pero cuesta mucho dinero alimentar, vestir, dar protección médica y escuela" y a continuación piden la ayuda del pueblo alemán para sostener a los niños Lakota-Sioux de Estados Unidos. La comunicación religiosa oficial informa que "El sufrimiento de la población indígena en Dakota del Sur tiene una tradición. Porque en esa región se sucedieron hechos dramáticos que trajeron al pueblo originario penurias y miserias, expulsión de las tierras en las que habían vivido siempre, el no cumplimiento de tratados y la esclavitud". Por supuesto –sin decirlo– se refiere a la conquista de los "blancos". Pero más adelante lo hace saber cuando da el nombre "de los legendarios luchadores indígenas de la libertad" como Reed Cloud y Sitting Bull y las masacres de indios de Wounded Knee o Little Big Horn. Pero no sólo eso, el documento también señala que en esos territorios existían enormes manadas de búfalos, que eran el medio de subsistencia de los Lakota-Sioux. "Los búfalos fueron muertos a tiros, miles y miles, por los cazadores blancos, sin piedad, para comerciar sus cueros. Esos animales fueron exterminados y esa injusticia es hasta hoy una mancha de deshonra en la historia de Estados Unidos, un pecado nunca reconocido ni pagado." Y después en el documento católico hay una frase que sorprende: "En esta época en que se usa constantemente la palabra globalización, ¿no podría valer también en cuanto a la globalización del amor al prójimo?". Termina el documento: "muchas familias de los Lakota-Sioux se quiebran ante la carga insoportable de una existencia sin esperanzas, caracterizada por la lucha diaria por el pan y a causa de la desocupación". La Obra católica se despide del lector con la palabra pilamaya, que quiere decir "gracias" en idioma Lakota.

26 junio, 2013

Desde los pibes alemanes a la noche de los lápices - Osvaldo Bayer

Etchecolatz empezó a sentirse mal, estaba en su casa y sintió dolor de cabeza y dijo que era un perseguido político. Sinvergüenzadas argentinas. El peor de los asesinos estaba en su casa y se hace el perseguido. "Político", nada menos. El verdugo más cobarde de nuestra historia se autodenomina político. La política del tiro en la nuca. Lleva siempre la escarapela argentina en la solapa. Azul y blanco. Trasfondo de nuestra filosofía social. Los asesinos están entre nosotros. Es el autor de la acción más alevosa imaginable. La prisión, tortura, muerte y desaparición de los adolescentes de la Noche de los Lápices. De adolescentes. Y lo que todavía no se ha dicho: los militares y uniformados argentinos les ganaron a los nazis. En una acción muy parecida, los argentinos mostramos mucho más poder, autoridad, la más absoluta ilegalidad en la represión.

10 junio, 2013

¿Tenía razón Descartes?. Osvaldo Bayer

Lástima que el filósofo Descartes no vuelva a nacer hoy en esta Europa. Me asomo a la ventana. Veo pasar a la gente, con prisa. Me digo: no hemos aprendido nada. Anoche vi en la televisión las airadas disputas de economistas europeos, escuché la radio con severas críticas al titular del Banco Europeo por sus anuncios. Leo los diarios: Europa no camina, Grecia, Italia y España en sus últimas oportunidades de salvar a la economía. Dicen que la culpa la tiene Alemania. Alemania sostiene: no tenemos por qué los alemanes pagar todos los desaciertos de los demás europeos. Discusiones, planes. Un momento, señores: ¿y la Lógica? No, la palabra dominante no es la Lógica sino, ¿cómo salvar al euro? Cada economista tiene su plan y nadie se pone de acuerdo. Todos tienen razón y le echan la culpa al vecino. La solución está para ellos en aumentar los impuestos, rebajar los sueldos, dejar cesantes a todos los que empiezan a cobrar. Nadie piensa en cambiar el sistema ni aprender de los fracasos cada vez más seguidos. Pero el problema es que la gente sale a la calle. Y a la pobreza y la desocupación no se las soluciona con palos, rejas y expulsión de extranjeros... ¿Cómo? ¿Y qué pasó con el capitalismo que iba a solucionar todos los problemas por sí mismo?

Alemania, que es el mejor país europeo en lo económico, acaba de anunciar que el Deutsche Bank va a dejar cesantes a 1900 empleados. Pensemos en ellos, mirémosle la cara a cada uno, pensemos en sus familias, en los años perdidos en aprender ese oficio siempre pleno en novedades, el sentirse cómodos de trabajar en una entidad que sólo ha tenido ganancias desde su origen. Y ahora, a la calle. Además, lo irracional e inexplicable de todo esto es que el mismo Banco anuncia que en el último período ha tenido una ganancia neta de 9000 millones de euros. Pero como en el anteúltimo período tuvo una ganancia mayor, de 13.000 millones de euros, entonces se llegó a tomar la decisión de las cesantías de casi dos mil empleados. No hay una explicación ética para esta medida. Porque la menor ganancia no la tienen que pagar los empleados, más cuando los altos ejecutivos ganan sueldos de pura fantasía. Por ejemplo, el mismo Deutsche Bank publicó que el último presidente ganaba sumas aproximadas a un millón de euros por mes.

03 mayo, 2013

Es increíble la irracionalidad del mundo


Es increíble la irracionalidad del mundo. Pero el hombre persiste. Sigue rigiendo la ley del dinero. Más dinero, más poder. Así de sencillo. Por ejemplo, que los alimentos del mundo estén en manos de un núcleo de personas surgidos en su mayoría de los dueños de la tierra. En un mundo con limitaciones –y las conocemos con respecto a las reacciones de la naturaleza y a eso que llaman la bolsa y la ruleta de las acciones o las altas y bajas de las divisas– las grandes líneas a seguir no las dictan los que defienden la vida a ultranza, ni siquiera los políticos elegidos en las urnas, sino los que tienen el verdadero poder. Lo vemos actualmente en Europa. Hoy el diario Frankfurter Rundschau –lo cito porque es un órgano que a veces, muy pocas veces, lástima– se atreve a decir basta. Hoy, viernes, le dedica toda su tapa, toda, a denunciar la inhumana política europea con respecto a los seres humanos del tercer y cuarto mundo que buscan refugio en Europa, los denominados “ilegales”, que llegan de todos los países pobres. En la tapa de ese diario está en grandes letras la palabra Europa atravesada con alambres de púa. Y luego, en letra pequeña, este párrafo: “Con toda dureza, los estados europeos proceden contra los que buscan refugio. Europa se comporta así como si sólo tuvieran derecho a una vida en dignidad los que nacieron en el continente correcto. Cómo ese apartheid hace ricos a los nuevos contrabandistas de personas, arroja cadáveres a las costas españolas y lleva a que los chechenos perseguidos no encuentren protección, informamos en la edición de hoy, el Día de los Refugiados”.  
Sí, Europa ha decidido hacer ya en un tono leguleyo lo que lleva a cabo Estados Unidos en sus fronteras con los “latinos”. Es el sistema. Esa Europa que estableció después del “descubrimiento” la esclavitud y la explotación de sus colonias africanas y americanas no se hace responsable por ello. Pero eso sí, sigue aprovechando el comercio con las elites de esos países que dominan sus economías y producen la pobreza, y por tanto la violencia.

23 abril, 2013

Hambre y piojos. Osvaldo Bayer



Por Osvaldo Bayer. Desde Bonn, Alemania

Interesante. Acaba de ocurrir en esta Alemania. Gobernada, como la califican los sociólogos de fuste, por una coalición de la izquierda "moderada" (las comillas son mías) y la derecha moderada. (La derecha siempre es moderada, en la Argentina hubo "pensadores" que calificaron a Videla de gobernante "moderado".) Es decir, en Alemania el gobierno está compuesto por demócratas cristianos y socialdemócratas. Pues bien, el ministro de Trabajo, Olaf Scholz, salió a leer un documento oficial ante los periodistas. En ese documento, estudiado y redactado por organismos oficiales, se señala que en el 2007, en Alemania –el país mejor organizado económicamente de Europa– ha avanzado la pobreza y, al mismo tiempo, avanzado la riqueza. Se señala en ese estudio que en Alemania el 13 por ciento de la población está bajo el nivel de pobreza, y otro 13 por ciento no cae en la pobreza porque cobra del Estado ayuda por niño o el seguro de desocupación.
¿Pero cómo? ¿Acaso Fukuyama no nos aseguró que el capitalismo, por sí mismo, iba a solucionar todos los problemas económicos del mundo? ¿Qué podemos esperar si Alemania va para atrás? Claro, en lo que respecta sólo a los pobres, porque el mismo estudio oficial señala que los ricos van para adelante, a toda vela. Palabras textuales del ministro Olaf Scholz: "La tijera entre pobres y ricos se ha abierto más aún". Bien, aquí podríamos preguntarle al ministro por qué con esa tijera no le cortan las alas al sistema económico que aplican. "Las ganancias de los ricos crecieron –agregó el ministro– y la clase media se ha estancado." Tal cual. Y agregó: "Es deprimente, en especial, que haya crecido el número de los que trabajan y a pesar de ello se encuentran en situación de riesgo de caer en la pobreza".

Por supuesto, algunos lectores dirán que los pobres en Alemania no son tan pobres como en la Argentina. En la Argentina nuestros pobres viven en "villas de emergencia", como el idioma oficial las denomina, eliminando la palabra de la sabiduría del pueblo, que las llama "villas miseria". Los pobres en Alemania viven en casas. Pero igual, la humillación de la diferencia es la misma. Se nota en los supermercados de aquí entre quienes todos los días compran nada más que fideos o papas y no salen jamás de vacaciones y todos los otros que aprovechan las exuberancias perversas de la sociedad de consumo y que ahora van en jets privados a sus vacaciones en la Costa Azul. Sí, hay cada vez más jets privados.

Hasta se llega a esto, que tendría que darnos vergüenza a todos como seres humanos: en Munich se acaba de inaugurar la feria de los ricos, sí, para millonarios, Luxurious Fair, tal cual el nombre con que se anuncia. La entrada cuesta nada menos que 35 euros y se vende lo más exquisito y exótico que la mente humana pueda imaginar. Por ejemplo: handies de lujo de oro puro y adornados con diamantes. El pequeño aparato está dentro de un estuche en madera de arce de azúcar. El modelo "red devilkin of the stars" fue comprado por un industrial alemán en 149.000 euros para regalárselo a su hija cuando ella terminó su secundario. La socióloga alemana Ricarda Junge se pregunta en un artículo titulado "Nosotros, forjadores de la felicidad", ante la nueva estadística de la pobreza: "¿Por qué el 26 por ciento de nuestra población debe vivir en la pobreza o marginada? ¿Es nuestra culpa? ¿O nos explicamos todo como los norteamericanos puritanos que se rigen por la regla: Dios premia a los buenos con la riqueza y castiga a los malos con hambre y piojos?".

Una pregunta concreta de la socióloga. ¿Cómo la responderían nuestros obispos?

Eso sí, armas, más armas. En vez de repartir el pan nuestro de cada día, se fabrican más armas y se siguen haciendo grandes negocios con ellas. Las estadísticas enferman. Entre el 2001 y el 2006 los gastos militares mundiales crecieron un treinta por ciento, y ese año 2006 fueron de 1179 billones de dólares. Cínicamente se habla de que el mundo está en tiempos de "paz fría". La mitad de esos gastos corresponden a Estados Unidos, 528 mil millones de dólares. Luego, le siguen China, la India, Pakistán, Indonesia y Rusia. Alemania es el tercer país que más exporta armas, 7,7 mil millones de Euros. Sólo lo anteceden Estados Unidos y Rusia.

Para fabricar esas armas y tantos productos superfluos, el ser humano ha destruido su propia naturaleza. Lo dicen los expertos de Naciones Unidas en su documento "Advertencia antes de la catástrofe". Naturaleza destruida, tala de bosques, desaparición de la vida silvestre, catástrofes climáticas, a esto último lo hemos visto en las imágenes televisivas de los últimos días, en todos sus horribles detalles. El ecologista Joachim Wille lo ha definido todo en una corta frase: "La multiplicidad de las especies biológicas desaparece dramáticamente, porque con la destrucción de la naturaleza se gana mucho dinero". Está todo dicho. El presidente de Alemania, Horst Köhler, ha mirado más allá y manifestó por fin la verdad: "Los bancos han convertido a los mercados financieros mundiales en un monstruo. Debemos ponerle barreras". Ojalá que esa advertencia no sólo la haya dicho porque muy pronto está en juego su reelección.

De Italia siguen llegando noticias que asustan a los alemanes. "Ya de Italia no llegan ni siquiera buenos tenores, ahora vienen de Latinoamérica", ha dicho con sorna un comentarista alemán. Las organizaciones de derechos humanos de Europa están preocupados por el crecimiento del neofascismo italiano. Y remarcan las iniciativas de Berlusconi: más policía y expulsión de los inmigrantes "ilegales". Esto último es vergonzoso para un país que en su historia se salvó por la cantidad de emigrantes que envió al exterior, muchos de los cuales ayudaron a sus familias enviando dinero a la vieja patria. Berlusconi tendría que aprender que la única salida humana para retener la ola de pobres que va inundando Europa desde el Tercer Mundo es invirtiendo en esos países, creando nuevas fuentes de trabajo. No, Berlusconi es el demagogo que cree que con la expulsión de los abandonados del mundo y con más policía va a solucionar sus problemas económicos.

Pero no le va a resultar fácil a Berlusconi volver solapadamente a los tiempos del Duce. Hay una juventud que no se rinde. Por ejemplo, los más de diez mil jóvenes que concurrieron en Verona la semana pasada a recordar a Nicola Tommasoli, muerto a patadas por los neofascistas de la ciudad de Romeo y Julieta. Y también los jóvenes que asistirán al concierto que se dará mañana domingo en la Escuela de Música de Treviso en recuerdo de Bruno, mi nieto, que prefirió tener alas para ser nube en vez de soportar una sociedad de la alcahuetería y del sobado del poder.

Pero no sólo hay noticias malas en el mundo. De la Argentina me llega una noticia que me llena de alegría: se hizo justicia con los ajeros, los humildes recolectores del ajo en Mendoza. Se reincorporó a los cesantes. Fue porque en ningún momento abandonaron la lucha. Y otra más: la ciudad de Concordia, a través de sus representantes, eliminó el nombre de Julio Argentino Roca en su costanera y le puso el de Pueblos Originarios. Eso se llama coraje civil. La vida no se rinde.
Página/12

04 abril, 2013

Los ajeros, la "Galle" y los pañuelos blancos. Osvaldo Bayer




Nos desbordaron los medios la última semana con informaciones de dueños de la tierra bien trajeados con rostros enojados o hasta amenazantes, con discusiones sobre la palabra argentina más actual (retenciones), o sobre las hinchadas de River que se despedazan por disputar el "poder" en las canchas, y siempre estamos informados al minuto cuando cacarea Maradona. Pero nadie nos informó que había muerto el delegado de los más humildes trabajadores del país: los recolectores de ajos de Mendoza. ¿Cómo? ¿Existen? Hace dos semanas escribí en este espacio sobre ellos. Sí, existen. Son los más ignorados de estas tierras, e informé cómo se rebelaron porque la gigantesca empresa rural Campo Grande, de Adrián Sánchez, no depositó los descuentos jubilatorios durante doce años. Esas mujeres y hombres de manos como raigambres y ajadas hasta el extremo decidieron la protesta, formaron una columna frente a la enorme propiedad rural.
Allí fueron desalojados por orden de la fiscal de turno Liliana Giner, en algo habitual en la historia mundial de los desposeídos: no se detuvo a los patrones estafadores del bolsillo humilde sino que se apaleó a los eternamente estafados. Los palos uniformados de la Justicia argentina fueron dados con todo gusto. Hubo rostros ensangrentados de obreras embarazadas y cabezas y espaldas apaleadas como bolsas. Esto fue en noviembre pasado. Ahora se informó que acaba de morir uno de los que levantaron la voz de protesta. El delegado Juan Carlos Erazo, en el hospital donde estaba internado por los golpes recibidos hace más de cuatro meses, perdió la batalla para siempre. Juan Carlos Erazo. Por algo será. Por protestar; el arma eterna de los proletarios. Sí, era pobre, y eso hay que tenerlo en cuenta cuando se sale a la calle. Pobre que protesta, pobre que la paga caro. La empresa no reincorporó a los delegados despedidos. No cumple la orden de blanquear la empresa con toda la peonada en negro.
La pregunta es: ¿no hay forma de hacer cumplir las leyes? ¿Por qué la Corte Suprema de la Nación actuó en forma tan burocrática y rauda a favor del asesino Patti, pero no hay justicia contra los que trasgreden todas las leyes y los principios de la ética pero están amurallados en el poder del dinero? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se haga justicia con los ajeros? El caso del recolector Juan Carlos Erazo me hace recordar los versos de nuestro poeta Raúl González Tuñón, que les cantó así a cuatro trabajadores recolectores de tabaco salteños muertos por la gendarmería nacional en 1948.

Aquí yacen Silvestre, Rueda, Allende

y Flores

Cuatro nombres con olor a madera

Y a cañaveral, a tabaco, a petróleo y luna

30 marzo, 2013

Desde que el alba quiso ser alba


Desde que el alba quiso ser alba, toda eres
madre. Quiso la luna profundamente llena.
En tu dolor lunar he visto dos mujeres,
y un removido abismo bajo una luz serena.

¡Qué olor a madreselva desgarrada y hendida!
¡Qué exaltación de labios y honduras generosas!
Bajo las huecas ropas aleteó la vida,
y sintieron vivas bruscamente las cosas.

Eres más clara. Eres más tierna. Eres más suave.
Ardes y te consumes con más recogimiento.
El nuevo amor te inspira la levedad del ave
y ocupa los caminos pausados de tu aliento.

Ríe, porque eres madre con luna. Así lo expresa
tu palidez rendida de recorrer lo rojo;
y ese cerezo exhausto que en tu corazón pesa,
y el ascua repentina que te agiganta el ojo.

Ríe, que todo ríe: que todo es madre leve.
Profundidad del mundo sobre el que te has quedado
sumiéndote y ahondándote mientras la luna mueve,
igual que tú, su hermosa cabeza hacia otro lado.

Nunca tan parecida tu frente al primer cielo.
Todo lo abres, todo lo alegras, madre, aurora.
Vienen rodando el hijo y el sol. Arcos de anhelo
te impulsan. Eres madre. Sonríe. Ríe. Llora.

Miguel Hernández
De "Poemas últimos" 
1939 1941

23 marzo, 2013

CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH A LA JUNTA MILITAR



   1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
   El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
   El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
   Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
   Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
   2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
   Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1
   Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
   De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
   La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
   Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
   3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.
   Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.
   Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
   Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia,incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

20 marzo, 2013

La larga paz argentina. Osvaldo Bayer



Bueno, queridos lectores, algo se está moviendo en nuestra Legislatura capitalina. Después de tres años de haber presentado el proyecto del traslado del monumento a Roca, al parecer muy pronto se debatirá el mismo. Esperamos que, como es costumbre, se escuchen las opiniones históricas de las partes. A mí me gustaría participar del debate informativo previo donde se invita a escuchar opiniones de los que saben del tema. La Legislatura tiene un salón magnífico para información previa al debate: el salón Montevideo. Allí, antes de la sesión sería muy bueno que los legisladores escucharan los argumentos de quienes van a probar el genocidio de Roca y los de aquellos que dicen que Roca "trajo el progreso". Ojalá se haga esa discusión previa y que se le permita concurrir al público, en especial, a estudiantes de historia. A mí, en especial me gustaría mantener un debate con Mariano Grondona. Quien ya –-evidentemente enterado del próximo tratamiento del tema en la Legislatura– da un cuadro idílico del general Roca en La Nación del domingo pasado.

Allí dice: "El general Roca, que fue el símbolo más notorio de ese proceso extraordinario, legó a sus familiares tres estancias: La Larga, La Paz y La Argentina. La larga paz argentina. Era el nombre mismo de una república próspera, casi centenaria, que nunca confundió continuismo con continuidad".

Qué idílica es la Argentina roquista para Grondona. Qué generoso su general, Mariano. Tres estancias a sus familiares. Acerca de lo que él titula "ese proceso extraordinario" del roquismo lo describe cómo "nos hizo pasar de la pobreza y el desierto a un ingreso por habitante sólo superado por seis naciones del planeta". Lo que no dice Grondona es que eso que él llama desierto estaba habitado por los pueblos originarios. Lo que tampoco dice es de los fusilamientos ordenados por Roca de ranqueles y que denuncia su mismo diario La Nación; lo que no dice Grondona es que Roca reimplantó la esclavitud "repartiendo" indios entre sus amigos azucareros del Tucumán y en la isla Martín García, y también a las mujeres y los niños indígenas –a quien Roca llamaba "la chusma"– como sirvientas y mandaderos traicionando los principios de la Asamblea del año XIII que había eliminado la esclavitud, y que Roca desvirtuaba así para siempre la bella estrofa del Himno Nacional de "ved en trono a la noble igualdad". Lo que no dice Grondona tampoco es que Roca manda aprobar la ley de residencia, la más cruel e injusta disposición de la legislación argentina, la ley 4144, por la cual se expulsaba a todo extranjero que cultivara "ideologías contrarias al ser nacional". Que no significaba otra cosa que: ojo, no meterse en la lucha obrera por las ocho horas de trabajo. Pero lo más trágico del caso era que por esa ley se expulsaba sólo al hombre y aquí quedaban su mujer y sus hijos, sin manutención. Pícaro el benefactor grondoniano, porque así, la mujer del inmigrante le decía a su marido: "No te metas en el gremialismo, porque te van a expulsar y me voy a quedar sin nada para dar de comer a nuestros hijitos". Además Roca es el autor de la represión del 1º de mayo de 1904, donde va a caer bajo las balas de la policía el primer mártir del Día de los Trabajadores en la Argentina, el marinero Juan Ocampo, de apenas 18 años. Pero para Mariano Grondona vale para Roca lo que para sus estancias cercanas a Magdala: "La larga paz argentina". ¿Cómo es posible tergiversar la verdad histórica así? Claro, Grondona debe estar agradecido a Roca que quitó esas tierras de Magdala a los pacíficos ranqueles, tierras con las cuales –lo dijo el propio Sarmiento– hizo Roca negociados increíbles junto con su hermano Ataliva Roca haciendo popular el verbo "atalivar" que quería decir coimear.

La afilada pluma de José Pablo Feinmann acaba de dejar al desnudo las relaciones fraterno-literarias de Grondona nada menos que con López Rega, el más bestial de los asesinos civiles del país argentino. Claro, porque si Grondona interpreta así la figura de Roca, por qué no le va a dar el mismo valor a López Rega. Uno mató "solamente" a indios y el otro a zurdos. Para el caso, es lo mismo. "Hay hombres cuyo destino es hacer la tarea." Es la frase de Grondona para justificar a López Rega. Magistralmente citada por Feinmann en esta contratapa del domingo último.

10 marzo, 2013

Ojo, lectores, soy agente foráneo, prochileno y delirante. Osvaldo Bayer




Todo es posible en nuestro querido país argentino. Sin exageraciones: nos podemos comparar con Estados Unidos. Por ejemplo, en el caso de ignorar y sentirnos inocentes en nuestros crímenes como sociedad. Hace poco comenzó la discusión entre Estados Unidos y Alemania con motivo de un artículo del periodista alemán Markus Günther. En él se afirma que en Estados Unidos hay innumerables monumentos recordativos de los genocidios o crímenes sociales ocurridos en otras partes del mundo. Pero no hay ninguno que recuerde la esclavitud americana, ni tampoco referente al crimen cometido contra los pueblos originarios por los conquistadores, los colonos y los buscadores de oro. Por ejemplo, en territorio estadounidense hay ya más de cien monumentos recordativos del Holocausto nazi-alemán contra el pueblo judío. Y existen 27 monumentos que recuerdan el genocidio turco con el pueblo armenio (aunque estos monumentos sí son muy pequeños y demasiado discretos para no interferir en las buenas relaciones comerciales con Turquía). También hay ya un monumento –inaugurado por Bush– a las víctimas del comunismo ruso y chino y varios –en Florida, claro está– contra la Revolución Cubana de Fidel Castro. El periodista Markus Günther dice textualmente: "A los americanos les gusta recordar las víctimas de otros países, pero se olvidan de los cadáveres que tienen en el propio sótano". Principalmente de las víctimas de todos los golpes militares que financió y respaldó Estados Unidos en Latinoamérica. Para no hablar de Vietnam, Afganistán, Irak.

Los argentinos también tenemos nuestros cadáveres en el sótano. De eso no se habla. Todo lo contrario, a los autores de quitar la vida y la tierra les hacemos monumentos. Más todavía, se niegan hechos históricos. Ni siquiera reconocen sus grandes errores los partidos políticos que participan de la democracia, para los cuales el debate y la autocrítica tendrían que ser dos armas para el avance sobre las equivocaciones.

Y no la negación absoluta. Por ejemplo, el radicalismo, con las tres represiones obreras más sangrientas de un gobierno elegido por el pueblo. Y el peronismo, con Ezeiza, las Tres A, el nombramiento y dominio de López Rega. Para quedarnos en sólo tres cosas, porque podríamos llenar la página con pecados y transgresiones a los derechos y las libertades.

24 febrero, 2013

Rainer y Minou

Rainer y Minou-Osvaldo Bayer
El infierno son los otros
Rainer y Minou (Planeta) es la primera novela de Osvaldo Bayer (1927), un autor convencido de que aunque “las novelas no busquen ser un código de moral, pueden servir para que alguna vez el amor derrote a la tragedia”. Conocido sobre todo por sus investigaciones históricas (el clásico La Patagonia rebelde), ha publicado también poesía (Los cantos de la sed).
por Juan Forn.

Hace tres años, Osvaldo Bayer me contó, en un pasillo de este diario, la historia de un productor de cine alemán, hijo del más sanguinario verdugo de Auschwitz, que se enamoró en el Berlín de los 70 de una judía argentina cuyos padres habían huido de los nazis, y de cómo se convirtieron ambos (el prestigioso productor y la promisoria aspirante a directora) en un estigma insoportable para la sociedad alemana de entonces. El doble signo de la historia (lo romántico combinado con lo trágico) era tan poderoso que ni siquiera le pregunté cómo terminaba. Incidió, supongo, el reflejo casi supersticioso de no querer saber nada del final, para que la historia tuviera más impacto cuando la leyera. Porque lo que me dijo Bayer aquella tarde fue que ése era el corazón de la novela que se proponía escribir. Su primera novela. Y a punto de cumplir los setenta años. Me acuerdo de su cara cuando lo dijo: la combinación de respeto teutón por el género (“una novela, eso que hacen los escritores”, agregó) y de picardía por meterse “a esta edad” en terreno ajeno (tal como en su momento “se metió” a historiador, siendo un anónimo periodista en Esquel, para desentrañar la verdad oculta de los hechos que hoy conocemos como La Patagonia rebelde).

19 febrero, 2013

"Sábato y Favaloro son parte de la hipocresía argentina"


Los criticó por el apoyo a la dictadura y rechazó que se los muestre como ejemplos
Carlos Walter Barbarich / La Capital (2005)
"Ernesto Sábato y René Favaloro representan el sentir de la hipocresía argentina", advirtió el escritor y periodista Osvaldo Bayer tras una conferencia que dictó en Venado Tuerto. Así se refirió al apoyo que ambos brindaron a la última dictadura militar. "Sábato dijo que Videla era un general culto mientras estaban desapareciendo personas", fustigó Bayer. En el caso de Favaloro recordó que el cardiocirujano apoyó a la dictadura y que al enterarse de que Bayer lo había criticado, le pidió disculpas que el escritor rechazó. "Esas cosas no se pueden disculpar", expresó el autor de "La Patagonia rebelde".
Bayer disertó sobre la conquista al desierto, en la Biblioteca Ameghino de Venado Tuerto frente a un colmado auditorio que lo escuchó atentamente durante más de cuatro horas.
Tras la conferencia, el escritor dialogó con Señales sobre figuras clave de la historia argentina, la matanza de los pueblos originarios y las contradicciones de los argentinos y de un país que "sólo podrá salvarse si se lo piensa integrando los Estados Unidos de Latinoamérica".

11 febrero, 2013

Rodolfo Walsh


El escritor y periodista Rodolfo Walsh nació en Choele-Choel, provincia de Río Negro, en 1927. En los años cincuenta, ingresó a la editorial Hachette, donde trabajó como corrector de pruebas de imprenta, lector, antólogo y traductor. Colaboró también en las revistas Leoplán y Vea y Lea. En 1953 publicó Variaciones en rojo y la primera antología de cuentos policiales argentinos.

En la noche del 10 de junio de 1956, mientras jugaba al ajedrez en el club Capablanca de La Plata, recibió las primeras noticias sobre el levantamiento de los generales Valle y Tanco; seis meses después comenzó su investigación sobre los fusilamientos clandestinos de civiles en los basurales de José León Suárez. Al año siguiente, apareció Operación Masacre con el que Walsh inauguró en la Argentina la novela de no ficción, en la cual la investigación periodística sirve de punto de partida para la narración de hechos reales por medio de procedimientos ficcionales. Tanto en este libro como en sus investigaciones posteriores (¿Quién mató a Rosendo? de 1969 y El caso Satanovsky de 1973), Walsh incorporó las técnicas de la investigación periodística y los procedimientos del género policial, como el uso del enigma y del suspenso, politizando sus estrategias centrales.
En 1959 viajó a Cuba para participar de la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina. En los años sesenta, estrenó dos obras teatrales (La batalla, 1964, y La granada, 1965) y publicó dos libros de cuentos (Los oficios terrestres, 1965, y Un kilo de oro, 1967).
 
En enero de 1973 apareció su último relato de ficción, Un oscuro día de justicia, editado por la editorial Siglo XXI, cuyo prólogo, titulado "Hoy es imposible en la Argentina hacer literatura desvinculada de la política", fue una primera versión de esta entrevista, que Ricardo Piglia le había realizado en marzo de 1970. A partir de ese momento, Walsh abandonó la escritura de ficciones para dedicarse a la militancia política, primero en las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) y luego en la organización Montoneros.


Como periodista, dirigió el semanario de la CGT de los Argentinos a partir de mayo de 1968 y participó como fundador y redactor del diario de orientación montonera Noticias, en 1973. Bajo la dictadura militar de 1976, organizó la Agencia Clandestina de Noticias y la Cadena Informativa.


El 25 de marzo de 1977, un pelotón especializado lo emboscó en las calles de Buenos Aires para detenerlo vivo, pero Walsh se resistió y fue herido de muerte. Su cuerpo nunca apareció. El día anterior había escrito su Carta Abierta a la Junta Militar, donde denunciaba el terrorismo de Estado.
[Imagen de la Muestra Pensamiento y Compromiso Nacional, Palais de Glace, Buenos Aires 17 de marzo - 10 de abril 2011]

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Rodolfo Walsh- Por Sylvia Saítta y Luis Alberto Romero