Rodeado de célebres colegas, yace el argentino Julio Cortázar en el cementerio francés de Montparnasse, donde hace 30 años fuera sepultado, luego de morir oficialmente de leucemia, aunque haya rumores de que una transfusión sanguínea lo había infectado con VIH.
Simone de Beauvier, hasta Maurice Le Blanc, pasando por Charles
Baudelaire, Samuel Beckett, Eugene Ionesco, Guy de Maupassant, Jean Paul
Sartre y Susan Sontag, el peruano César Vallejo y el mexicano Carlos
Fuentes, comparten la misma tierra con Cortázar.
Sobre la lápida de mármol siempre hay flores, a veces libros y algunos
agradecimientos de lectores que han hecho de su obra una fiel
acompañante de sus vidas.
De ello dan cuenta fotografías y testimonios compartidos en Internet por
su legión de "cronopios", así como algunas crónicas en medios
internacionales, que han considerado a la de Cortázar, como una de las
tumbas más vivas de Montparnasse.
Y se espera lo sea aún más este año cuando se cumplen 30 años de su muerte y 100 de su nacimiento, razón por la cual se ha decretado en Argentina el Año Cortázar,
a lo largo del cual habrá diversas celebraciones editoriales,
académicas y de lectura en su país, pero también en España, Francia y
México, por citar algunas naciones sumadas a la efeméride.
Vida y obra
Julio Cortázar nació en Bruselas, Bélgica, el 26 de agosto de 1914, pero creció en Argentina.
En 1932 Cortázar descubrió en una librería de Buenos Aires, el libro titulado Opio,
del novelista Jean Cocteau, el cual se dice cambió por completo su
visión de la literatura y le ayudó a experimentar el movimiento
surrealista. Publicó su primera colección de poemas Presencia, bajo el seudónimo de Julio Denis, en 1938.
Alrededor de 1941, el autor participó en las manifestaciones de
oposición del movimiento argentino, conocido como peronismo, encabezado
por el general Juan Domingo Perón, quien ganó las elecciones
presidenciales.