30 diciembre, 2015

Jorge Luis Borges

Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe
cuántos pájaros vi. Si Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos pájaros. Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es inconcebible; ergo, Dios existe.



Jorge Luis Borges
"El hacedor"

21 diciembre, 2015

Kofi Annan

La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.



Kofi Annan

01 diciembre, 2015

22 noviembre, 2015

"Rayuela": para leer más de una vez



Ángel Gustavo Infante: "Quedé deslumbrado por el juego del conocimiento"

Cuando salió Rayuela yo tenía tres años. La leí por primera vez 15 años después, a mis 18, y quedé deslumbrado por el conocimiento, el juego (o el juego del conocimiento) y por la posibilidad de combinar los capítulos a mi antojo (y al antojo del autor, claro) para hacer nuevas lecturas y contribuir a hacer varias novelas dentro de una novela interminable. La releí hace 10 años. Me detuve especialmente en el episodio del puente de tablones entre las dos ventanas cuando ya Oliveira está "del lado de acá" y necesita cebar mate para intentar una siesta en una tarde calurosa de Buenos Aires. Horacio vive en un tercer piso frente a Manú y Talita Traveler de quienes los separa el espacio que abajo hace lo ancho de la calle y sus aceras. Ellos tienen la yerba pero en ninguno de los dos edificios hay ascensor y nadie quiere bajar, subir y devolverse; de modo que inventan un puente entre ambas ventanas al que sube Talita en bata de baño -para disfrute de unos niños que la miran absortos desde abajo- y mientras avanza en el vacío juega con Horacio a las preguntas-balanza que ambos han inventado a partir de sus visitas al cementerio: el diccionario de la Real Academia. Una delicia

Antonio López Ortega: "No se puede escribir igual después de 'Rayuela'".

Más que un libro, Rayuela es un hito generacional. He debido de leerla en 1973, cuando ya para entonces Cortázar era uno de nuestros autores de cabecera (...). La lectura de Rayuela permite comulgar con un concepto profundo de la vida. Estos personajes tienen los sentidos abiertos, son unos perfectos inconformes y siempre están a la búsqueda de algo. Exponen sus propias costuras y señalan sus aciertos. Hay más de un novelista que siente que Rayuela ha envejecido, cuando lo que ha envejecido es el sentido de búsqueda y transformación de la novela. ¿Desde cuándo la novela dejó de ser vanguardia expresiva? La novela moderna es un género proteico, que se reinventa a sí mismo, superándose cada vez.Rayuela es una de las novelas más vanguardistas de todos los tiempos, al punto de dilatar los efectos del fondo (la historia que se narra) en el altar de la forma. No se puede escribir igual después de Rayuela (...). Cortázar ha partido en dos a la familia iberoamericana: por un lado, adeptos al experimentalismo formal; por el otro, seguidores de temas y tópicos.

Luz Marina Cruz: "La abandoné en varias oportunidades"

Conocí al autor argentino a través de Continuidad de los parques, relato que me llevó a seguir su obra y su itinerario vital. En su caso, el escritor y el hombre habitan un mismo universo poblado de obstinados perseguidores que estudian la realidad no en las leyes, sino en las excepciones a dichas leyes.

Mis acercamientos a Rayuela no fueron placenteros: insistía en hacerlo de la forma corriente. En esa época pertenecía al grupo de los "famas" y me negaba a leer de manera fragmentada. La abandoné en varias oportunidades y sólo cuando me transformé en "cronopio" pude gozar de su lectura. Ahora me descubro abriéndola en cualquier capítulo, como éste en el que Morelli describe al inconformista: "No es misántropo, pero sólo acepta de hombres y mujeres la parte que no ha sido plastificada por la superestructura social; el mismo tiene medio cuerpo metido en el molde y lo sabe, pero ese saber es activo y no la resignación del que marca el paso. Con su mano libre se abofetea la cara la mayor parte del día, y en los momentos libres la de los demás... ".

Luis Moreno Villamediana: "Habría que sacarla de Facebook"

Leí Rayuela a los 17 años. Lo hice dos veces seguidas: primero del modo "normal", y luego como indica el tablero de la novela. Estaba metido en ese libro cuando murió Cortázar. Por autores como él, en esa época no creía en el azar, de modo que la coincidencia me pareció a la vez providencial y triste. Gracias a ese volumen me sentí predestinado al budismo, a la lectura profusa, un poco al juego -no es de extrañar, soy virgo como Julio Cortázar-. Con el tiempo renuncié al nirvana, pero no al resto. Lo mejor de Rayuela es que nos hace inmunes a su beatificación: no es un museo ni un fósil ecuménico. Sí, Horacio es un imbécil y la Maga una boba, pero la obra es más que su interacción. Literatura potenciada y problema, Rayuela es un manual de infracciones, no un repertorio de malos grafitis. Hoy se apela a su cursilería para renegar de ella, en vez de recurrir a su noción de riesgo para leerla. Habría que sacarla de muros de Facebook y ponerla otra vez entre las manos.

Edilio Peña: "La leí con una adolescencia enamorada"

Julio Cortázar creó una manera de narrar, aquella que valora a los escurridizos instantes de la vida, pero por igual sus vacíos, donde no hay puentes que unan las orillas. Rayuela abolió la estructura tradicional de la novela, pero no con la rigidez técnica de James Joyce con la que construyó el Ulises, sino con la fluidez sensual de la música de un saxofonista. Rayuela no se estructura con capítulos, pero sí con fragmentos que fulguran en la mirada cautiva. Imágenes que no se agotan en la significación porque apuestan a ser experiencia sensorial, plástica y musical. Sus personajes no corresponden al diseño del carácter explorado por la psicología. Una mano colgando en el vacío, dos bocas encontrándose en la profundidad del beso, alcanzan a ser la esencia del personaje, pero sin la identidad forzada que ata el nombre. Herencia que quizá copia el hallazgo fragmental del cubismo. Rayuela puede leerse por donde el arbitrario entusiasmo del lector lo decida. Yo la leí con una adolescencia enamorada.

José Napoleón Oropeza: "'Rayuela' está siendo escrita para siempre"

Recuerdo que leí Rayuela, por vez primera, a comienzos de febrero de 1968. Eran los años del gran apogeo del Boom de la Novela Latinoamericana. Rayuela, novela que he leído innumerables veces, siempre en libro nuevo, como lo hago siempre, para no reencontrarme con mis subrayados de lecturas anteriores, ha sido y será, ahora y siempre, uno de los libros de lectura de los próximos mil años. La novela nos sorprendió con su forma: un cruce de hallazgos y fundidos literarios en cada frase, junto a la noción de un tiempo totalmente descoyuntado (...). ¿Por qué será una lectura para los próximos mil años? Porque nace y crece de un fragmento a otro, de la inventiva lúdica de un lector que se aventura a crear su propio espejo. Los próximos mil años pertenecen a Rayuela y su juego intermitente o en línea recta. Los lectores no querrán nunca concluir su lectura (...). Rayuela, en tres palabras, está siendo escrita, para siempre, por un niño que juega. Escritor y lector crean la sangre y los huesos en la historia de un niño que nunca terminará de jugar.
  
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DANIEL FERMÍN |  EL UNIVERSAL

16 noviembre, 2015

JOSÉ SARAMAGO


"Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal.
El poder lo contamina todo, es tóxico. Es posible mantener la pureza de los principios mientras estás alejado del poder. Pero necesitamos llegar al poder para poner en práctica nuestras convicciones. Y ahí la cosa se derrumba, cuando nuestras convicciones se enturbian con la suciedad del poder"

José Saramago
-16 de noviembre de 1922 - 8 de junio de 2010-

11 noviembre, 2015

Rodolfo Walsh


    
Me llaman Rodolfo Walsh. Cuando chico, ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República. Mucho después descubrí que podía pronunciarse como dos yambos aliterados (1), y eso me gustó.

Nací en Choele-Choel, que quiere decir "corazón de palo". Me ha sido reprochado por varias mujeres.

Mi vocación se despertó tempranamente: a los ocho años decidí ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin vocación y tuve muchos oficios. El más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antigüedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba.

Mi padre era mayordomo de estancia, un transculturado al que los peones mestizos de Río Negro llamaban Huelche. Tuvo tercer grado, pero sabía bolear avestruces y dejar el molde en la cancha de bochas. Su coraje físico sigue pareciéndome casi mitológico. Hablaba con los caballos. Uno lo mató, en 1947, y otro nos dejó como única herencia. Este se llamaba "Mar Negro", y marcaba dieciséis segundos en los trescientos: mucho caballo para ese campo. Pero esta ya era zona de la desgracia, provincia de Buenos Aires.

Tengo una hermana monja y dos hijas laicas.
Mi madre vivió en medio de cosas que no amaba: el campo, la pobreza. En su implacable resistencia resultó más valerosa, y durable, que mi padre. El mayor disgusto que le causo es no haber terminado mi profesorado en letras.

Mis primeros esfuerzos literarios fueron satíricos, cuartetas alusivas a maestros y celadores de sexto grado. Cuando a los diecisiete años dejé el Nacional y entré en una oficina, la inspiración seguía viva, pero había perfeccionado el método: ahora armaba sigilosos acrósticos.

La idea más perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rilke: Si usted piensa que puede vivir sin escribir, no debe escribir. Mi noviazgo con una muchacha que escribía incomparablemente mejor que yo me redujo a silencio durante cinco años. Mi primer libro fueron tres novelas cortas en el género policial, del que hoy abomino. Lo hice en un mes, sin pensar en la literatura, aunque sí en la diversión y el dinero.

Me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie. Operación masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que, además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso. Volví, completé un nuevo silencio de seis años. En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier cosa, aun ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.

En la hipótesis de seguir escribiendo, lo que más necesito es una cuota generosa de tiempo. Soy lento, he tardado quince años en pasar del mero nacionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración de un texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez.

(1) Unidad métrica compuesta por una sílaba breve (sin acento) y una larga (acentuada).
Así, habría que leer Rodólf Fowólsh.


Rodolfo Walsh
Ese hombre y otros papeles personales (1995)

10 octubre, 2015

Doris Lessing, la narradora de la épica femenina que declinó al feminismo


    La escritora británica sometió a escrutinio a una sociedad dividida por la pobreza y el género, mediante una obra que abarcó unos 50 libros.

 Doris Lessing empezó a escribir a los 7 años, lo cual describió no como un resultado de la inspiración, sino de su capacidad innata.
“Nací para escribir, como otras personas nacen para pintar… eso es todo”, dijo en alguna ocasión. “Los escritores cuentan historias. Eso es lo que hacemos”.

La autora británica alcanzó el pináculo de su obra con El cuaderno dorado, considerado por muchos críticos una de las más importantes novelas feministas jamás escritas.

Sin embargo, Lessing consideraba el feminismo una simplificación de la relación entre hombres y mujeres, según EFE.

Fue reconocida con el premio Nobel de Literatura en 2007, a los 88 años. En la entrega, la Academia sueca se refirió a “la épica de la experiencia feminista” de la escritora, que había “puesto bajo escrutinio a una dividida civilización”.


Lessing “murió pacíficamente” en su hogar en Londres la madrugada de este domingo a los 94 años, informó su casa editorial, HarperCollins, en un comunicado.

Lessing nació de padres británicos en Persia (actualmente Irán), pero gran parte de su ficción se basa en experiencias adquirías en el sur de Rhodesia (ahora Zimbabwe), donde se vivió cuando era niña.

Su madre le inculcó el gusto por la narrativa, por leer historias a las que Lessing daba su propio giro cuando las compartía con su hermano menor. Las historias evolucionaron luego en una poderosa ficción que produjo una obra de 50 libros.

Lessing abandonó la escuela en la capital de Rhodesia, Salisbury, cuando solo tenía 13 años y desarrolló sus habilidades en la escritura leyendo los trabajos de Dickens, Tolstoy, D.H. Lawrence y Dostoevsky. “Me eduqué sola leyendo”, dijo alguna vez.

Dejó su casa a los 15 años para trabajar como enfermera, pero también empezó a escribir historias y más tarde vendió dos de ellas a revistas en Sudáfrica.

Su primera novela, The Grass is Singing (Canta la hierba, 1950) estaba en su maleta cuando se mudó a Londres en 1949, indicó HarperCollins. Publicada en 1950, examina la tensión entre los africanos negros oprimidos y los colonialistas blancos.

En su discurso de aceptación del Premio Nobel, Lessing describió la lucha desesperada por el conocimiento de la gente en algunos países desarrollados.

“No hace mucho (tiempo) un amigo que había ido a Zimbabwe me dijo de una villa donde la gente no había comido por tres días, pero donde aun hablaban sobre libros y cómo conseguirlos, sobre educación”, dijo.

Lessing “irrumpió en un nuevo terreno” en 1962 con El cuaderno dorado, según la editorial. El editor Nicholas Pearson, de HarperCollins, se refirió a esa obra como “el cuaderno de mano de toda una generación”. “Pero sus muchos libros nos han hablado en tan distintas maneras”, añadió.

Su obra narrativa y poética incluye personajes femeninos sensibles y perceptivos que se adentran en cuestiones existenciales y exploran las contradicciones, según la agencia EFE.

Además de la crítica social de sus primeros textos, considerados comunistas, como Canta la hierba o la pentalogía Hijos de la violencia, o de las investigaciones psicológicas de muchas de sus novelas, la escritora también se dedicó a la ciencia ficción con su serie Canopus en Argos, realizada entre 1979 y 1983.

Otros de sus libros son La buena terrorista (1985), El quinto hijo (1988) o los que escribió bajo el pseudónimo de Jane Somers, como Diario del buen vecino (1983), con el fin de demostrar las dificultades para publicar que afrontaban los escritores nóveles.

Lessing, rechazó en 1999 el título de Dama del Imperio británico que concede la reina Isabel II. "Ya no hay ningún imperio", dijo en esa ocasión, aunque luego aceptó otro título menor. Trabajó hasta el final de su vida escribiendo artículos, novelas, relatos y poesía.

Durante las últimas décadas de su vida, Lessing vivió en la misma calle del londinense barrio de West Hampstead, cuidando a su hijo inválido Peter y sin abandonar su actividad literaria.

Con información de Alan Duke 
FUENTE: http://mexico.cnn.com

19 mayo, 2015

Vecindad de Logroño. Juan José Saer





Anotar: en la siesta que arde
la noche voluntaria hace señas,
desde lejos, ubicua,
en la constancia amarilla. Anotar:
viñas verdes sobre tierra roja. Anotar que
la liebre, presa y escándalo,
desea al faro que la inmoviliza.
Anotar: abismos soleados
en días cuyo nombre es legión.

16 abril, 2015

Ellos tenían una patria


El fuego demora en arder. Qué lento arde.

Ruidos de hierro, ambular de armaduras. El asalto a Santa Marta ha fracasado y el gobernador ha dictado sentencia de arrasamiento. Armas y soldados han llegado desde Cartagena en el momento preciso y los tairona, desangrados por tantos años de tributos y esclavitudes, se desparraman en derrota.

Exterminio por el fuego. Arden las poblaciones y las plantaciones, los maizales y los algodonales, los campos de yuca y papas, las arboledas de frutales. Arden los regadíos y las sementeras que alegraban la vista y daban de comer, los campos de labranza donde los tairona hacían el amor a pleno día, porque nacen ciegos los niños hechos en la oscuridad.

¿Cuántos mundos iluminan estos incendios? El que estaba y se veía, el que estaba y no se veía…

Desterrados al cabo de setenta y cinco años de revueltas, los tairona huyen por las montañas hacia los más áridos y lejanos rincones, donde no hay pescado ni maíz. Hacia allá los expulsan, sierra arriba, para arrancarles la tierra y la memoria: para que allá lejos se aíslen y olviden, en la soledad, los cantos de cuando estaban juntos, federación de pueblos libres, y eran poderosos y vestían mantos de colorido algodón y collares de oro y piedras fulgurantes: para que nunca más recuerden que sus abuelos fueron jaguares. A las espaldas, dejan ruinas y sepulturas.

Sopla el viento, soplan las almas en pena, y el fuego se aleja bailando.

Eduardo Galeano - Memoria del Fuego, los nacimientos

14 abril, 2015

De un fin de semana. Juan José Saer




En una ciudad del Middle West, en América del Norte (Estados Unidos), la policía descubrió, un lunes a la mañana, los cadáveres de un matrimonio joven en una casa burguesa del barrio residencial. Los miembros de la Brigada de Homicidios, con la ayuda de los "supergenios del laboratorio", como solían llamarlos en su jerga intralaboral, no tardaron en reconstituir los hechos: la esposa había ido a pasar el fin de semana a la casa de sus padres, a unos cien kilómetros al norte de la ciudad, y al volver el domingo a la noche, sin darle ni siquiera tiempo de descargar el auto, el marido le infligió diecinueve puñaladas con un cuchillo de cocina, y después subió a ahorcarse en el desván. Pero si los indicios eran elocuentes el motivo, en cambio, parecía inexplicable.

16 febrero, 2015

Imputan a la presidenta argentina por denuncia de Nisman

Pollicita acusa a la presidenta y a sus colaboradores de "encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la especial gravedad del hecho precedente", en referencia al atentado, y "por la calidad de funcionarios públicos", según la presentación realizada por Pollicita, difundida en la página web de la Fiscalía argentina.


EL UNIVERSAL
viernes 13 de febrero de 2015  
Buenos Aires.- El fiscal Gerardo Pollicita solicitó hoy a la justicia que se impute a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y otros funcionarios a partir de la denuncia presentada por el ya fallecido Alberto Nisman por presunto encubrimiento de terroristas, informaron fuentes de la Fiscalía.

Pollicita solicita también al juez Daniel Rafecas, encargado de la causa, que se impute al canciller argentino, Héctor Timerman, y a varios dirigentes oficialistas, informó Efe.

El fiscal se basa en las acusaciones realizadas por el fallecido procurador Alberto Nisman en la demanda presentada cuatro días antes de su muerte, ocurrida el pasado 18 de enero por un tiro en la sien y en circunstancias aún no aclaradas.

En su demanda, Nisman, fiscal especial de la causa sobre el atentado contra la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, acusa a la presidenta, al canciller Timerman y a varios dirigentes vinculados al oficialismo de orquestar un plan para encubrir a los sospechosos iraníes del atentado a cambio de intensificar las relaciones comerciales con Irán.

Pollicita acusa a la presidenta y a sus colaboradores de "encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la especial gravedad del hecho precedente", en referencia al atentado, y "por la calidad de funcionarios públicos", según la presentación realizada por Pollicita, difundida en la página web de la Fiscalía argentina.

Además de la acusación de encubrimiento, Pollicita también considera que las acciones del Gobierno "podrían tener encuadre típico bajo las figuras de impedimento o estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público".

Tras el pedido de imputación hecho por Pollicita, el juez Rafecas, encargado de la denuncia por encubrimiento presentada por Nisman, acortó sus vacaciones y reasumirá sus funciones el próximo miércoles 18, según el Centro de Información Judicial (CIJ).

Rafecas tenía previsto concluir sus vacaciones el 22 de febrero.

18 enero, 2015

CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH A LA JUNTA MILITAR




   1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
   El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
   El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
   Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
   Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
   2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
   Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1
   Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
   De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
   La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
   Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
   3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.

05 enero, 2015

Tierra y trabajo. Osvaldo Bayer




¿Son las fantasías que tiene la realidad o es que a la historia hay que mirarla con ironía? Por ejemplo, esa Italia que fue capaz de enviarnos, hace más de un siglo, pensadores tan profundos como Malatesta y Pietro Gori, que nos hablaban que ya ahí, a la puerta, estaba esperándonos el socialismo en libertad por la decisión de todos; o ese Antonio Gramsci, muerto en la cárcel, convencido de que el marxismo era una unidad de teoría y práctica y arma definitiva del proceder revolucionario del movimiento obrero, sí, esa misma Italia acaba de elegir entusiasmada a Berlusconi. Berlusco.

Esto me hizo acordar, cuando triunfó Macri, que 102 años antes, en 1904, el barrio de La Boca había elegido al primer diputado socialista de América, nada menos que a Alfredo L. Palacios. Y justo ese mismo año, el 1º de mayo de 1904, los anarquistas reunieron allí setenta mil obreros para conmemorar el Día de los Trabajadores. Hoy, La Boca reúne ese número de gente cuando Boca Juniors juega con River Plate. Sí, setenta mil obreros en 1904, pese a la represión de Julio Argentino Roca, a palo limpio y disparos de Remington, que ocasionaron la muerte del primer héroe obrero del 1º de mayo argentino: Juan Ocampo, marinero, de apenas 18 años. A Juan Ocampo no lo recuerda ni una piedra en ningún rincón argentino, pero Roca tiene 36 monumentos argentinos. Y Macri acaba de levantar la figura de ese Roca, genocida de los pueblos originarios, en un discurso muy aplaudido.

De todas estas galas floridas y tornasoladas de la historia humana extraemos una que tiene que ver con la actualidad argentina. Se refiere a la Federación Agraria Argentina. Dos momentos. Primero, 1912, el grito de Alcorta. Cansados hasta el hartazgo de la explotación a que eran sometidos los chacareros por los terratenientes y los intermediarios, aquéllos se levantan y dicen basta. Emplean la misma arma que los obreros industriales, del transporte y todos los trabajadores dependientes: la huelga. Por supuesto que la prensa de entonces y de siempre califica a esta lucha como "una agitación artificial provocada por elementos extraños". Los chacareros debían entregar al terrateniente treinta o cuarenta por ciento de sus productos y alquilar para las trillas sólo las máquinas de los señores de la tierra. Además, debían venderle su trabajo al precio que le fijaran ellos.

Cuando se inicia su huelga, los chacareros invitan a los sindicatos obreros a una reunión y la central obrera designa al gráfico –legendario dirigente– Sebastián Marotta para representarla. Allí Marotta le dice a los chacareros que deben salir de la situación en que se encuentran: es decir, que ellos, los colonos, no son ni "asalariados ni capitalistas" y los aconseja pasar a ser asalariados netos, obligando así a los patronos a "administrar sus tierras con el fin de que cargaran con todas las peripecias de las malas cosechas". Tiempo después, Marotta escribiría: "Pensaba ilusoriamente que debía convencerse a los colonos, por vía de la propaganda, que una vez convertidos en asalariados, su lucha, desde el punto de vista de su nueva condición social, sí podía reportarles mejoras efectivas, tal como la rebaja de las horas de trabajo, preparándolos por la capacitación para su emancipación, expropiando de manos del capitalista la tierra y hacerla propiedad de todos".