30 marzo, 2013

Desde que el alba quiso ser alba


Desde que el alba quiso ser alba, toda eres
madre. Quiso la luna profundamente llena.
En tu dolor lunar he visto dos mujeres,
y un removido abismo bajo una luz serena.

¡Qué olor a madreselva desgarrada y hendida!
¡Qué exaltación de labios y honduras generosas!
Bajo las huecas ropas aleteó la vida,
y sintieron vivas bruscamente las cosas.

Eres más clara. Eres más tierna. Eres más suave.
Ardes y te consumes con más recogimiento.
El nuevo amor te inspira la levedad del ave
y ocupa los caminos pausados de tu aliento.

Ríe, porque eres madre con luna. Así lo expresa
tu palidez rendida de recorrer lo rojo;
y ese cerezo exhausto que en tu corazón pesa,
y el ascua repentina que te agiganta el ojo.

Ríe, que todo ríe: que todo es madre leve.
Profundidad del mundo sobre el que te has quedado
sumiéndote y ahondándote mientras la luna mueve,
igual que tú, su hermosa cabeza hacia otro lado.

Nunca tan parecida tu frente al primer cielo.
Todo lo abres, todo lo alegras, madre, aurora.
Vienen rodando el hijo y el sol. Arcos de anhelo
te impulsan. Eres madre. Sonríe. Ríe. Llora.

Miguel Hernández
De "Poemas últimos" 
1939 1941

23 marzo, 2013

CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH A LA JUNTA MILITAR



   1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
   El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
   El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
   Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
   Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
   2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
   Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1
   Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
   De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
   La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2
   Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
   3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.
   Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.
   Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
   Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia,incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

20 marzo, 2013

La larga paz argentina. Osvaldo Bayer



Bueno, queridos lectores, algo se está moviendo en nuestra Legislatura capitalina. Después de tres años de haber presentado el proyecto del traslado del monumento a Roca, al parecer muy pronto se debatirá el mismo. Esperamos que, como es costumbre, se escuchen las opiniones históricas de las partes. A mí me gustaría participar del debate informativo previo donde se invita a escuchar opiniones de los que saben del tema. La Legislatura tiene un salón magnífico para información previa al debate: el salón Montevideo. Allí, antes de la sesión sería muy bueno que los legisladores escucharan los argumentos de quienes van a probar el genocidio de Roca y los de aquellos que dicen que Roca "trajo el progreso". Ojalá se haga esa discusión previa y que se le permita concurrir al público, en especial, a estudiantes de historia. A mí, en especial me gustaría mantener un debate con Mariano Grondona. Quien ya –-evidentemente enterado del próximo tratamiento del tema en la Legislatura– da un cuadro idílico del general Roca en La Nación del domingo pasado.

Allí dice: "El general Roca, que fue el símbolo más notorio de ese proceso extraordinario, legó a sus familiares tres estancias: La Larga, La Paz y La Argentina. La larga paz argentina. Era el nombre mismo de una república próspera, casi centenaria, que nunca confundió continuismo con continuidad".

Qué idílica es la Argentina roquista para Grondona. Qué generoso su general, Mariano. Tres estancias a sus familiares. Acerca de lo que él titula "ese proceso extraordinario" del roquismo lo describe cómo "nos hizo pasar de la pobreza y el desierto a un ingreso por habitante sólo superado por seis naciones del planeta". Lo que no dice Grondona es que eso que él llama desierto estaba habitado por los pueblos originarios. Lo que tampoco dice es de los fusilamientos ordenados por Roca de ranqueles y que denuncia su mismo diario La Nación; lo que no dice Grondona es que Roca reimplantó la esclavitud "repartiendo" indios entre sus amigos azucareros del Tucumán y en la isla Martín García, y también a las mujeres y los niños indígenas –a quien Roca llamaba "la chusma"– como sirvientas y mandaderos traicionando los principios de la Asamblea del año XIII que había eliminado la esclavitud, y que Roca desvirtuaba así para siempre la bella estrofa del Himno Nacional de "ved en trono a la noble igualdad". Lo que no dice Grondona tampoco es que Roca manda aprobar la ley de residencia, la más cruel e injusta disposición de la legislación argentina, la ley 4144, por la cual se expulsaba a todo extranjero que cultivara "ideologías contrarias al ser nacional". Que no significaba otra cosa que: ojo, no meterse en la lucha obrera por las ocho horas de trabajo. Pero lo más trágico del caso era que por esa ley se expulsaba sólo al hombre y aquí quedaban su mujer y sus hijos, sin manutención. Pícaro el benefactor grondoniano, porque así, la mujer del inmigrante le decía a su marido: "No te metas en el gremialismo, porque te van a expulsar y me voy a quedar sin nada para dar de comer a nuestros hijitos". Además Roca es el autor de la represión del 1º de mayo de 1904, donde va a caer bajo las balas de la policía el primer mártir del Día de los Trabajadores en la Argentina, el marinero Juan Ocampo, de apenas 18 años. Pero para Mariano Grondona vale para Roca lo que para sus estancias cercanas a Magdala: "La larga paz argentina". ¿Cómo es posible tergiversar la verdad histórica así? Claro, Grondona debe estar agradecido a Roca que quitó esas tierras de Magdala a los pacíficos ranqueles, tierras con las cuales –lo dijo el propio Sarmiento– hizo Roca negociados increíbles junto con su hermano Ataliva Roca haciendo popular el verbo "atalivar" que quería decir coimear.

La afilada pluma de José Pablo Feinmann acaba de dejar al desnudo las relaciones fraterno-literarias de Grondona nada menos que con López Rega, el más bestial de los asesinos civiles del país argentino. Claro, porque si Grondona interpreta así la figura de Roca, por qué no le va a dar el mismo valor a López Rega. Uno mató "solamente" a indios y el otro a zurdos. Para el caso, es lo mismo. "Hay hombres cuyo destino es hacer la tarea." Es la frase de Grondona para justificar a López Rega. Magistralmente citada por Feinmann en esta contratapa del domingo último.

10 marzo, 2013

Ojo, lectores, soy agente foráneo, prochileno y delirante. Osvaldo Bayer




Todo es posible en nuestro querido país argentino. Sin exageraciones: nos podemos comparar con Estados Unidos. Por ejemplo, en el caso de ignorar y sentirnos inocentes en nuestros crímenes como sociedad. Hace poco comenzó la discusión entre Estados Unidos y Alemania con motivo de un artículo del periodista alemán Markus Günther. En él se afirma que en Estados Unidos hay innumerables monumentos recordativos de los genocidios o crímenes sociales ocurridos en otras partes del mundo. Pero no hay ninguno que recuerde la esclavitud americana, ni tampoco referente al crimen cometido contra los pueblos originarios por los conquistadores, los colonos y los buscadores de oro. Por ejemplo, en territorio estadounidense hay ya más de cien monumentos recordativos del Holocausto nazi-alemán contra el pueblo judío. Y existen 27 monumentos que recuerdan el genocidio turco con el pueblo armenio (aunque estos monumentos sí son muy pequeños y demasiado discretos para no interferir en las buenas relaciones comerciales con Turquía). También hay ya un monumento –inaugurado por Bush– a las víctimas del comunismo ruso y chino y varios –en Florida, claro está– contra la Revolución Cubana de Fidel Castro. El periodista Markus Günther dice textualmente: "A los americanos les gusta recordar las víctimas de otros países, pero se olvidan de los cadáveres que tienen en el propio sótano". Principalmente de las víctimas de todos los golpes militares que financió y respaldó Estados Unidos en Latinoamérica. Para no hablar de Vietnam, Afganistán, Irak.

Los argentinos también tenemos nuestros cadáveres en el sótano. De eso no se habla. Todo lo contrario, a los autores de quitar la vida y la tierra les hacemos monumentos. Más todavía, se niegan hechos históricos. Ni siquiera reconocen sus grandes errores los partidos políticos que participan de la democracia, para los cuales el debate y la autocrítica tendrían que ser dos armas para el avance sobre las equivocaciones.

Y no la negación absoluta. Por ejemplo, el radicalismo, con las tres represiones obreras más sangrientas de un gobierno elegido por el pueblo. Y el peronismo, con Ezeiza, las Tres A, el nombramiento y dominio de López Rega. Para quedarnos en sólo tres cosas, porque podríamos llenar la página con pecados y transgresiones a los derechos y las libertades.