03 enero, 2010

Puñazo

Madura al filo de él toda palabra
adiestrando la boca en su contorno
y se une al abismo declinado
ajustando un nombre en línea y orden.

Se afina en convulsiones
abatidamente preciso
hasta torcer la sombra y su fantasma
pulsado como cuerda su vocablo
en clave de un lejano sol extraño.