26 febrero, 2012

Madre Paz. Osvaldo Bayer

Paz, la palabra inatacable, sagrada, soberana. Todas las banderas de Europa, en sus balcones, llevan la palabra Paz en caracteres blancos. Tendríamos que atrevernos a ponerle Madre Paz, más completa, definitiva. Con mi mujer voy al acto ecuménico de la Plaza de las Mantequeras, en la aldea renana de Linz.
Llevamos la bandera que nos regalaron en Italia: los colores del arco iris y en medio la palabra PACE.
En la plaza renana hablan católicos y luteranos. Cantan. Hermoso acto de solidaridad, la emoción carga las voces. Sí, esta vez hay que aplaudir al Papa, con su llamado inequívoco por la paz, si esta vez está en el verdadero espíritu cristiano. Los pastores luteranos no dejan duda de que no quieren bombas sobre Irak, sería un asesinato en masa, una acción de cobardes y asesinos, propia de mentalidades fascistas que se han mantenido durante décadas y de pronto surgen como perros rabiosos cubiertos por la bandera de las barras y estrellas. El conocido teólogo Eugen Drewermann dice sobre Georg W. Bush: "Quien lee el Nuevo Testamento y cree que tiene el deber de hacer una guerra preventiva; quien toma legitimación del Sermón de la Montaña para asesinar cientos de miles de seres humanos no ha entendido al cristianismo o se aleja de él con la bota de las siete leguas. No se puede andar sobre cadáveres cuando se quiere seguir el camino de Cristo". Luego, define a Estados Unidos con estas cifras: Estados Unidos ha reducido sus gastos para combatir el hambre en el mundo a 1,7 miles de millones de dólares, justo lo que gasta en dos días para lo militar".

11 febrero, 2012

En búsqueda de lo humano. Osvaldo Bayer

El jueves pasado, en este diario, el rabino Daniel Goldman, con sentido del humor pero también yendo al fondo de la cuestión, puso en duda –con mucha calidad– la frase del escritor israelí Yoram Kaniuk, quien sostuvo: “Se puede ser o demócrata o religioso”, frase que yo califiqué de “profundas y valientes palabras”. Goldman no está de acuerdo ni con Kaniuk ni con mi opinión. Y después de un análisis pleno de profundidad y generosidad llega a su propio convencimiento de que “se puede ser demócrata y religioso”. Es una página escrita con gran amplitud de criterios, con mucho de benevolencia y humor. No me pudo convencer pero me hizo pensar. Gracias don Daniel Goldman aunque, para mí, la frase del generoso Yoram Kaniuk es para reflexionar y aplaudir.

Dejémoslo allí, para la polémica, aunque tal vez dentro de un siglo o algo menos el estado de ese mundo futuro pueda llegar al convencimiento de “o se es religioso o demócrata”. Y ahora, por lo menos, nos hace pensar.

En la Europa de hoy, después de tantas experiencias capitalistas, la profunda crisis sigue dándole empuje al debate. Los economistas de todas las tendencias han salido a la palestra. Es el tema de hoy (aunque pareciera ser el de siempre).

Pero en los diarios aparece justo una noticia que nos devuelve al pasado de las religiones. Un título a cuatro columnas del diario de Bonn, General Anzeiger: “Hace 370 años fue quemada en la hoguera la bruja reina de Bruchhausen”. Sí, la Iglesia Católica ordenó que fuera quemada viva esa mujer sospechada de “bruja”. Todo se inició porque la citada –de clase noble– se casó con un peón de campo contra todas las normas aristocráticas de la época. Hubo entonces que degradarla. Se la acusó de bruja. Luego de varias jornadas de brutales torturas fue condenada a la hoguera porque su conducta iba en contra de las normas de Roma.